SECTOR FINANCIERO

El BCE cree que toda la banca española está corta de capital y debe dedicar beneficios a reservas

BCE Banca española

El Banco Central Europeo (BCE) considera que el conjunto de la banca española «está corta de capital» y que, en previsión de una posible crisis, debería dedicar  a reservas una parte de sus beneficios, una porción de los cuales tiene que ver con el aumento de los tipos de interés. Según los medios consultados por OKDIARIO, la banca nacional sigue siendo rentable y eficiente, pero esta situación, hasta ahora relativamente cómoda, puede cambiar en el futuro, «y lo más probable es que lo haga».

Esta realidad no se diferencia mucho de la del resto de la banca europea. Su rendimiento ha mejorado en los últimos meses como consecuencia del incremento del precio del dinero, de manera que ahora supera el 10%, cuando hace dos años rondaba el 4%. Pero la subida de los tipos de interés tiene al mismo tiempo un efecto contrario al que se percibe como favorable. Este consiste en que eleva el coste de capital, que se ha acelerado de manera notable y ahora se acerca al 15%. Esta es la razón que explica que las cotizaciones de los bancos españoles en las bolsas apenas hayan experimentado subidas equivalentes al incremento del margen extra obtenido por el alza de los tipos.

En contra de los bancos, y del conjunto de las empresas españolas y europeas, juega también la desaceleración de la economía que se está observando. El BCE ha previsto que ésta prácticamente se estanque en la zona euro durante el último trimestre del año, y los analistas españoles estiman que algo similar está sucediendo en nuestro país, que se encamina como mucho a un crecimiento del PIB en torno al 1% en 2024, cuando acabó 2022 por encima del 5%, según la última revisión del Instituto Nacional de Estadística.

Esta es la causa por la que los mercados están convencidos de que la rentabilidad de la banca no será sostenible en el tiempo, y descuentan que deberá aumentar sus provisiones para hacer frente al aumento de la morosidad que ya se está produciendo en España por el impago de hipotecas de un lado, y la falta de asistencia de las empresas al pago de los créditos contraídos debido al encarecimiento de la financiación. Según los medios del BCE consultados, la calidad de los activos se está deteriorando y los créditos morosos aumentan.

Dichas fuentes también hacen referencia a los impuestos establecidos por algunos países, y especialmente España, sobre los beneficios supuestamente extraordinarios de los bancos, que tienen «el riesgo de limitar en el nivel de capital de las entidades financieras», sobre todo si se mantienen en el tiempo. La actual vicepresidenta en funciones y ministra de Economía, Nadia Calviño, ya ha asegurado que este tributo de nueva generación se mantendrá en el caso de que Sánchez vuelva a ser investido, y hasta el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha hecho declaraciones no del todo claras pero en una dirección similar.

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Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España.

De acuerdo con los medios consultados, tanto la evolución a peor de la coyuntura como la determinación del BCE para seguir manteniendo en un nivel alto los tipos de interés por mucho tiempo -con la posibilidad incluida de volver a elevarlos en diciembre más allá del 4,5%, después de una pausa en octubre- para forzar la inflación hasta encarrilarla en la senda del 2%, hacen imprescindible que la banca española dedique una parte notoria de sus beneficios a reservas, que recorte el pago de dividendos así como que sea restrictiva en la remuneración de los principales ejecutivos.

Adicionalmente, la reducción general de la liquidez que está acometiendo el BCE tendrá una clara repercusión en los beneficios que están ahora obteniendo los bancos como consecuencia de los altos tipos de interés. En coherencia con «las nuevas sensaciones del banco central», el Banco de España ha elevado los requisitos de capital para Santander y BBVA para 2024, a fin de que estén mejor preparados ante una posible crisis. En concreto, ha decidido elevar los llamados «colchones anticíclicos» en 0,25 puntos porcentuales, hasta el 1,25% y el 1,00%, respectivamente.

Reforzar la solvencia

El supervisor bancario ha mantenido la designación de otras entidades de importancia sistémica (OEIS) a Santander, BBVA, CaixaBank y Sabadell. Para estos dos últimos, mantiene el colchón adicional exigible en el 0,50% para el primero y en el 0,25% para el segundo. Estos requisitos adicionales de capital se conciben como un instrumento macroprudencial que tiene por objetivo reforzar la solvencia de estas entidades y mitigar los efectos sistémicos que pudieran ocasionar en el sistema financiero.

El Banco de España justifica su decisión porque, «en caso de una crisis financiera severa, reducirían las necesidades de reconstruir capital por parte del sistema bancario español en su conjunto. Así, la menor presión sobre los bancos les permitiría seguir proporcionando financiación a empresas y hogares con mayor facilidad en tal escenario». En un sentido parecido, y en línea con las recomendaciones del BCE, el presidente de CaixaBankJosé Ignacio Goirigolzarri, aseguró esta semana que «un banco debe tener una rentabilidad por encima del coste de capital, porque es la manera de ser sostenible», que es precisamente lo que justifica las reticencias del banco central de Fráncfort sobre los riesgos que afronta el sistema bancario español y el europeo.

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